Más allá de las bellas playas, la quinta región, esconde paradisíacos rincones, que muchos no han llegado a conocer aún. Si estás planeando una salida en familia o simplemente quieres conocer un poco más de esta hermosa región, entonces te invitamos a que sigas leyendo, ya que hemos seleccionado tres santuarios de la naturaleza, que creemos deberías visitar.
1. Serranía el Ciprés
Ubicado en la Provincia de San Felipe, Región de Valparaíso, la Serranía del Ciprés es una zona natural perteneciente a la localidad del Asiento en torno al Cerro el Tabaco, cuya cumbre alcanza los 2342 metros de altura, a 15 km de la ciudad de San Felipe. El Ciprés de la Cordillera, es una especie arbórea endémica de los bosques subantárticos, una de las reliquias más antiguas del país y del planeta, ya que se estima una antigüedad superior a los 1800 años. En la actualidad es un área protegida en la que se realizan visitas guiadas a los cipreses milenarios y múltiples actividades deportivas y recreacionales.
2. Bosque las Petras de Quintero
El Santuario de la Naturaleza Bosque de las Petras de Quintero, corresponde a un bosque de pantano de tipo relicto, es decir, pequeño vestigio de un ecosistema que en tiempos anteriores fue abundante en la zona. El Santuario se ubica en la localidad de Loncura, al interior de la Base Aérea de Quintero y comprende una superficie de 42 hectáreas. La presencia de este bosque relictual en Quintero se debe al afloramiento de aguas subterráneas que permiten el desarrollo de una abundante vegetación de estilo valdiviano, destacando especies como la petra, el canelo, el peumo y el lun, además de especies bajas como el maqui y la zarzamora, entre otras. En cuanto a la fauna, el bosque es hábitat de 59 especies de aves, además del coipo chileno.
3.Palmar el Salto
En la comuna de Viña del Mar se ubica el predio denominado «Palmar El Salto», lugar que alberga la tercera población más numerosa de Palma Chilena del país. Cuenta con más de 6.000 ejemplares de esta especie. Esta zona natural se caracteriza por poseer un rico ecosistema, concentrando a 234 distintos tipos de flora, en su mayoría endémica. Posee un sotobosque constituido por especies hidrófilas, esclerófilas y xerófitas, destacando en las quebradas especies como el peumo, boldo, litre, molle y helechos de los géneros Blechnum y Adiantum. En los lugares más húmedos es posible divisar ejemplares de nalca, mientras que en las laderas de solana, se encuentran el colliguay, quila, salvia, chagual y algunos ejemplares de temu, otra especie con problemas de conservación.